Es un hecho, la relación directa entre las condiciones de trabajo y el paro con el aumento de los suicidios.
Los psiquiatras, no pueden ser elementos del sistema que con fàrmacos de dusosa utilidad en estos casos, acallen el problema gravisimo que provocan empresas y gobiernos poco sensibles. No se trata de problemas de salud mental sino de salud empresarial y política.
El artículo que sigue, no profundiza en la responsabilidad de empresas y politicoa, pero al menos acepta que el paro puede dar síntomas de gravedad que requieren tratamiento adecuado, a menudo no psiquiatrico.
El paro causa casos graves de estrés, ansiedad y depresión.
FUENTE: EUROPA PRESS. 2009 SEP [noticias] [28/9/2009]
El paro causa la “irrupción repentina” de cuadros graves de estrés, ansiedad y depresión, según las opiniones de los expertos psiquiatras reunidos en Durango (Bizkaia) con motivo de la VIII Reunión Anual de la Sociedad Vasco-Navarra de Psiquiatría titulada “Estrés y cerebro” que acaba de celebrarse.
Según afirmó la presidenta de la Sociedad Vasco-Navarra de Psiquiatría, Ana González-Pinto, encargada de presidir también el acto, existen situaciones de estrés “que no dejan indiferente a nadie, como la muerte de un familiar, la pérdida de trabajo o el divorcio, según establece la Escala de Acontecimientos Vitales Estresantes de Holmes y Rahe”.
Para González-Pinto el estrés “no es un asunto menor, toda vez que los trastornos psiquiátricos tienen una enorme prevalencia”. Según sus datos, “sólo la depresión puede llegar a afectar a un 20% de las personas a lo largo de la vida y un 5% de la población padecerá lo que se conoce como depresión mayor”. Otras patologías, como el trastorno bipolar, afectan al 2% de la población, y la esquizofrenia al 1%, porcentaje, a su juicio “también relevantes”.
Para la especialista en psiquiatría, el paro o la acumulación permanente de cargas de trabajo es “un factor estresante que desencadena descompensaciones en el estado de quien lo padece”. “La pérdida de empleo en el caso de los trabajadores y el cierre de su negocio o la amenaza de embargo por impago de los créditos en el caso de pequeños empresarios afectan a quien los sufre, provocándoles cuadros de trastornos de ansiedad o ansioso-depresivos”, afirmó.
A juicio de González-Pinto, aunque éste no es el colectivo más numeroso, al que afecta el estrés y la ansiedad, “sí es el que llama más la atención porque sin haber tenido contacto previo con el médico por este motivo aparecen con trastornos que en ocasiones son relativamente graves”.
Además, agregó que la pérdida de trabajo “no es la única causa que deriva en ansiedad” ya que su origen es “multifactorial”. “Hay que destacar factores desencadenantes tales como el estrés y sentimientos, derivados de una decepción sentimental, la contemplación o vivencia de un accidente, asesinato o tragedia, el trastorno por malas noticias, pena, y el haber atravesado una experiencia cercana a la muerte”, agregó.
Otros orígenes los constituyen la “elaboración inadecuada del duelo”, por la muerte de un ser querido, o incluso el consumo de determinadas sustancias, como el abuso de alcohol o de otras sustancias tóxicas, o factores de predisposición como “la genética o un condicionamiento educativo”.
“Conocer las causas de estos trastornos, los factores implicados en los casos más graves y la investigación de nuevos tratamientos es prioritario para la ciencia, y para la sociedad”, afirmó.
Los síntomas de ansiedad son muy diversos, pero los más comunes consistan en hiperactividad vegetativa, “que se manifiesta con taquicardia, taquipnea, midriasis, sensación de ahogo, temblores en las extremidades, sensación de pérdida de control o del conocimiento, transpiración, rigidez muscular, debilidad muscular, insomnio, inquietud motora, dificultades para la comunicación y pensamientos negativos y obsesivos”.
Los psiquiatras, no pueden ser elementos del sistema que con fàrmacos de dusosa utilidad en estos casos, acallen el problema gravisimo que provocan empresas y gobiernos poco sensibles. No se trata de problemas de salud mental sino de salud empresarial y política.
El artículo que sigue, no profundiza en la responsabilidad de empresas y politicoa, pero al menos acepta que el paro puede dar síntomas de gravedad que requieren tratamiento adecuado, a menudo no psiquiatrico.
El paro causa casos graves de estrés, ansiedad y depresión.
FUENTE: EUROPA PRESS. 2009 SEP [noticias] [28/9/2009]
El paro causa la “irrupción repentina” de cuadros graves de estrés, ansiedad y depresión, según las opiniones de los expertos psiquiatras reunidos en Durango (Bizkaia) con motivo de la VIII Reunión Anual de la Sociedad Vasco-Navarra de Psiquiatría titulada “Estrés y cerebro” que acaba de celebrarse.
Según afirmó la presidenta de la Sociedad Vasco-Navarra de Psiquiatría, Ana González-Pinto, encargada de presidir también el acto, existen situaciones de estrés “que no dejan indiferente a nadie, como la muerte de un familiar, la pérdida de trabajo o el divorcio, según establece la Escala de Acontecimientos Vitales Estresantes de Holmes y Rahe”.
Para González-Pinto el estrés “no es un asunto menor, toda vez que los trastornos psiquiátricos tienen una enorme prevalencia”. Según sus datos, “sólo la depresión puede llegar a afectar a un 20% de las personas a lo largo de la vida y un 5% de la población padecerá lo que se conoce como depresión mayor”. Otras patologías, como el trastorno bipolar, afectan al 2% de la población, y la esquizofrenia al 1%, porcentaje, a su juicio “también relevantes”.
Para la especialista en psiquiatría, el paro o la acumulación permanente de cargas de trabajo es “un factor estresante que desencadena descompensaciones en el estado de quien lo padece”. “La pérdida de empleo en el caso de los trabajadores y el cierre de su negocio o la amenaza de embargo por impago de los créditos en el caso de pequeños empresarios afectan a quien los sufre, provocándoles cuadros de trastornos de ansiedad o ansioso-depresivos”, afirmó.
A juicio de González-Pinto, aunque éste no es el colectivo más numeroso, al que afecta el estrés y la ansiedad, “sí es el que llama más la atención porque sin haber tenido contacto previo con el médico por este motivo aparecen con trastornos que en ocasiones son relativamente graves”.
Además, agregó que la pérdida de trabajo “no es la única causa que deriva en ansiedad” ya que su origen es “multifactorial”. “Hay que destacar factores desencadenantes tales como el estrés y sentimientos, derivados de una decepción sentimental, la contemplación o vivencia de un accidente, asesinato o tragedia, el trastorno por malas noticias, pena, y el haber atravesado una experiencia cercana a la muerte”, agregó.
Otros orígenes los constituyen la “elaboración inadecuada del duelo”, por la muerte de un ser querido, o incluso el consumo de determinadas sustancias, como el abuso de alcohol o de otras sustancias tóxicas, o factores de predisposición como “la genética o un condicionamiento educativo”.
“Conocer las causas de estos trastornos, los factores implicados en los casos más graves y la investigación de nuevos tratamientos es prioritario para la ciencia, y para la sociedad”, afirmó.
Los síntomas de ansiedad son muy diversos, pero los más comunes consistan en hiperactividad vegetativa, “que se manifiesta con taquicardia, taquipnea, midriasis, sensación de ahogo, temblores en las extremidades, sensación de pérdida de control o del conocimiento, transpiración, rigidez muscular, debilidad muscular, insomnio, inquietud motora, dificultades para la comunicación y pensamientos negativos y obsesivos”.
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